La poesía venezolana repite la historia de muchas otras naciones sudamericanas, al surgir como el fruto de la literatura indígena y de laliteratura colonial. Estas dos tradiciones, la de los pueblos autóctonos y la de los españoles, se combinaron en el desarrollo de la producción poética venezolana.
Andrés de Jesús María y José Bello López(1781-1865), conocido simplemente comoAndrés Bello, es considerado como uno de los primeros poetas que propuso la creación de una lírica latinoamericana. Además de poeta, fue educador, filólogo, jurista y dirigente político. A lo largo de su vida, residió por muchos años enLondres y en Santiago, e incluso recibió la nacionalidad chilena.
El periodo del romanticismo encontró enVenezuela a exponentes como Fermín Toro(1806-1865), Juan Vicente González(1810-1866) y Juan Antonio Pérez Bonalde (1846-1892), siendo éste último mencionado como uno de los precursores del modernismo. Andrés Mata(1870-1931), por su parte, es otro de los autores que se ubican entre la frontera del romanticismo y el modernismo.
Dando un salto temporal podemos llegar al siglo XX, donde surgió la gran figura de Arturo Uslar Pietri (1906-2001). Frecuentemente nombrado entre los intelectuales venezolanos más importantes de su época, fue escritor, periodista, político, abogado y productor de televisión. Su brillante trayectoria, con libros de poesía como “El hombre que voy siendo” y “Manoa: 1932-1972″, le permitió obtener diversas distinciones: Premio Nacional de Literatura, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Premio Rómulo Gallegos, Gran Cruz de la Legión de Honor en Francia y otros. Andrés Eloy Blanco (1897-1955) y José Antonio Ramos Sucre (1890-1930) son otros de los autores más reconocidos de este periodo.
Por último, podemos mencionar a dos grandes poetas que fallecieron este año:Adriano González León (1931 – 12 de enero de 2008) y Eugenio Montejo(1938 – 5 de junio de 2008).
No importa dónde has nacido; lo que realmente importa es donde has crecido, donde has llorado, donde has reido, donde has amado y donde has sufrido. ("Réflex y Onando") Yo lloré mucho en Venezuela. Reí mucho también, ¡Sí que reí!. Amé mucho -aún de lejos, sigo amando-... es que a las faldas del Avila crecí. (J.L.Dasilva/diciembre 1997)
Desacreditar al oponente es el último recurso que le queda al mediocre cuando no tiene argumentos válidos para sustentar sus ideas. ¿No sería más acertado callar y más ético reconocer?
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